domingo, 10 de agosto de 2008

Primera baja

Estaba durmiendo a eso de la 1:36 de la madrugada cuando siento un ruido y me encuentro a Marlen masticando algo negro imposible de identificar. Se lo quito de la boca y después de pensar un poco y mirar que algo faltaba en mi biblioteca (comprenderán que si de normal soy de reacción lenta, dormida voy más lento aún) descubro que era uno de los zapatitos de mi Mariquita Pérez.
El otro ya lo había devorado y también se había encargado de los pies de la muñeca.
De ahí en más fue una noche de pura marcha: que si mordemos el cable de la estufa, que si la caja de cds de mi madre, que si los libros de Maitena, ahora un poquito el mueble del salón...
Claro, después durante el día se la pasó dormitando porque estaba agotada de tanto ir y venir a la luz de la luna. Y yo medio muerta de seguirla por todas partes. Decí que la casa no es mu grande...





4 comentarios:

HELENA dijo...

Eso me recuerda que yo tenía una Mariquita Pérez y no sé dónde para.

Pobrecica Mariquita, le ha amputado los pies, pero oye, es lista eh, porque para que no sufra al ver los zapatos los ha hecho desaparecer también. Jajaja

Besos perrunos.

Ana Flor dijo...

esta noche me comió las chanclas que llevé a Jaca. Ahí lo dejo!

HELENA dijo...

¡Qué me dices! Así que al final no ha sido la lavadora la que ha terminado con ellas. Han muerto de una forma mucho más traumática.

Al final vais a tener que ponerle bozal o algo. Jajaja

¡Hasta luego!

Ana Flor dijo...

Lo del bozal es una opción pero me da mucha penica... hay que aguantarse, es una cachorra =(

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