lunes, 18 de agosto de 2008

Para presumir hay que sufrir...

o... las mujeres somos un poquitín masocas.

Hablando con una conocida me cuenta que se compró los zapatos para su boda, que esta encantadísima de la vida con ellos, pero que los va a tener que llevar al zapatero porque le quedan un poco pequeños. Se los compró igual porque se enamoró y ustedes saben que cuando uno se enamora no hay vuelta atrás.
Una servidora tiene unos mocasines dorados que hacen ver las estrellas pero cada tanto los saca de la caja y se da un paseo simplemente por el hecho de que son divinos.
Para la última fiesta que tuve me compré unas sandalias con un tacón de 12 centímetros que son de lo más chic pero a la media hora el calambre más pequeño me llega al muslo. Y así podría seguir hasta mañana...

¿Por qué nos empeñamos en sufrir dolor de pies? ¿No es más sencillo comprar algo menos glamoroso pero que sea algo cómodo?

Como dijo una vez alguien de cuyo nombre no quiero acordarme: "yo tengo una amiga a la que le gusta sufrir".

Por lo visto, su amiga no está sola.







6 comentarios:

HELENA dijo...

Frase lapidaria la de "cuando uno se enamora no hay vuelta atrás".

Después de este momento "ay los vapores" ;-), ciñámonos al post. Tengo unos zuecos tipo mocasín en plateado que me los compré hace un año y me los he puesto unas 3 veces.

¿Las sandalias son las que te compraste yendo conmigo? Es que son tremendas.

Sin embargo mis zapatos beige de tacón de Zara... pensé que tendría que ir a Urgencias cada vez que me los pusiera, y todo lo contrario, estoy pensando en ponérmelos para ir a la Expo el último día... jajaja

Me acuerdo de la frase "yo tengo una amiga a la que le gusta sufrir", lástima que no la escuché en directo. ¿Por qué yo siempre me pierdo lo mejor? (hacía mucho que no decía esto).

Besitos.

Ana Flor dijo...

Si, las sandalias son las que vos decís...

Mi mundo ideal sería vivir en manoletinas, una de cada color para combinar con la ropa. Por eso me cae bien Carla Bruni =)

Parece imposible que los zapatos nuevos sean tan cómodos pero mira... sorpresas te da la vida.

seguimos por el msn right now... adiós!

carmncitta dijo...

ummmm yo hace tiempo dejé de sufrir, antes llevaba tacones pero ahora sólo e las grandes ocasiones jajajaja

Anónimo dijo...

uf!!! me encantan los tacones...es obvio q suelen ser más incómodos, pero no podría vivir sin ellos...

sí q soy de las q son capaces de sufrir por ponerse unos determinados zapatos, aunque he de reconocer q casi nunca me compro unos q sé q me van a hacer un daño increíble...

eso sí, siempre está la mítica de ir amoldándolos en casa...jijiji

besosssss

HELENA dijo...

Jajaja "amoldarlos en casa" eso me recuerda a los del Paso de Ecuador, que los llevé una semana en casa para que evitar "desgracias podales". Luego al final porque los llevé casi 12 horas seguidas y no nos sentamos en toda la noche pero si no...

Hoy no debería hablar de este tema, porque he estado en Zara, y me he probado los zapatos negros más bonitos que he visto nunca, un 36 y me venían grandes!!!!!! Después de esto voy a opositar a geisha, lo tengo decidido.

Ana Flor dijo...

Carmencita: es lo mejor, tacones para bodas, bautizos y comuniones y fiesta!

Vero: yo te admiro porque siempre vas con tacones... lo de amoldarlos en casa siempre funciona. También está la de llevarlos al zapatero o ponerles papel de diario empapado en alcohol...

Helen: hacerte geisha? jajaja... pero caminar con kimono no creo que sea mu divertido que digamos =)

Free counter and web stats